Precisamente la muchacha que vive sola y que vaga por la inmensa llanura de los media llamada Tokio, es la que más disfruta de esta ciudad, pero, ¿qué es una casa para ella? El concepto de casa para ella está desperdigado por toda la ciudad y su vida pasa mientras utiliza fragmentos de espacio urbano en forma de collage(...) La muchacha nómada pasa por los espacios de moda (...) como en un ensueño.
Etxebizitza denda bat da, leku batetik bestera mugitu daitekeen zergait. Erdian ohea du eta beste hiru altzari ditu inguruan.
1. Altzari adimentsua: hirian gertatzen diren gauzak gordetzeko tramankulu bat da, hirian zehar ibiltzeko beharrezkoa den informazioa gordentzen duen kapsula.
2. Makilatzeko altzaria: tokador eta arroparentzako armairua da. Hiri espazioa eszenarioa da eta igo baino leen makilatu eta jantzi behar
3. Janari altzaria: Mahai txiki eta ontziteria gordetzeko armairua.
Tanto los muebles como el pao de la muchacha nómada están hechos de una película translúcida, igual que la ropa que cubre suavemente su cuerpo. Desde el punto de vista de su cuerpo, tanto los muebles como la habitación y la casa e incluso las fachadas y las calles, no presentan grandes diferencias entre sí. Todo ello no son más que películas que van extendiéndose de forma similar (...)
De esta forma los habitantes urbanos, simbolizados por las muchachas nómadas de Tokio, visten ropas metálicas por su sensación corporal androidea y reaccionan ante el espacio con menor intensidad que ante lo que se ve en las pantallas. Nuestra piel, sin darnos cuenta, empieza a percibir las materias inorgánicas y artificiales como el metal o el plástico con más naturalidad que las materias naturales. Asimismo empieza a percibir el espacio ficticio e imaginario como algo más confortable que el espacio real. La ciudad recurre a tal cuerpo androide, ofrece un espacio experimental, simulado, fragmentado y cada vez más cerrado, y sigue formando androides adecuados para este escenario (...)
Nosotros, que ya tenemos una sensibilidad corporal como la de un androide, no volveremos jamás al mundo de lo real(...)


No hay comentarios:
Publicar un comentario